Por aquel entonces no nos preocupábamos de nada y despertarse los lunes por la mañana era una tarea sencilla, no nos costaba nada. El colegio era un sitio dónde nos lo pasábamos realmente bien; todas las clases eran muy divertidas y cada día lo afrontábamos con más ilusión.
Sin embargo ahora todo es muy diferente. Hemos cambiado. Levantarse los lunes por la mañana es imposible. Acudimos al colegio sin ganas. Siempre solemos estar preocupados por algo ¿Qué nos ha pasado? Debemos coger esa ilusión de nuestra infancia y aplicarla a esas clases aburridas del cole...
Debemos aprovechar el momento