Valorar y dar

Valorar y dar

Actualmente, nos estamos quejando continuamente sobre cualquier tipo de cosas, convirtiéndonos en seres caprichoso que no valoran lo que se tiene. Estamos acostumbrados a recibir en vez de dar. Algún ejemplo de estas quejas o caprichos que manifestamos a diario son: cuánto tarda el tren, que mala está la comida, que pereza estudiar, quiero un juego nuevo de play, un móvil nuevo...


Vamos a pararnos un rato y reflexionar sobre lo que tenemos y no valoramos nunca: una casa, poder ir a un colegio bueno, una cama donde dormir, alguien que nos quiera, poder comer...Esto es lo que cualquier persona de nuestra edad quiere o querría tener, y nosotros que lo tenemos no lo apreciamos. No nos damos cuenta de la suerte que tenemos de poder estar en este lugar y no en otro. Es hora de apreciar lo que tenemos realmente y dejarnos de caprichitos.


Ahora vamos a imaginarnos a un niño pobre africano que valora absolutamente todo lo que tiene, si es que tiene algo. Lo que daría por esa comida que no te gusta del colegio, por poder estudiar en un colegio, por dormir en una cama...Nuestras quejas son deseos para aquellos niños. Esos niños serían absolutamente felices con los bienes que tenemos nosotros y no se quejarían por nada. ¿Qué pasaría si alguno de nosotros cambiara vidas con uno de aquellos niños pobres? Ahí si que valoraríamos lo que tenemos. 


Debemos ponernos en su situación, y darnos cuenta de que sin nuestro apoyo los niños seguirán muriendo de hambre, de enfermedades...Debemos ayudarles para que puedan al menos sobrevivir, ellos también son personas y tienen nuestros mismos sentimientos. Por ello, ahora cuando os toque llevaros el sobre del DOMUND, hacer un esfuerzo en dar algo a estas pobres criaturas que no tienen nada, dejaros de caprichos inútiles que no son necesarios para esta vida y vamos a colaborar todos para mejorar aunque sea un poco la calidad de vida de estas pobres personas.

No hay más placer que ver a un niño de estos sonreir. Se contentan con tan poco...